Las trampas del pensamiento también se conocen como distorsiones cognitivas. Son creencias con sesgo negativo que suelen ser inexactas, irracionales o exageradas y, por tanto, "distorsionan" nuestra percepción del mundo. Si no se abordan, las trampas de pensamiento pueden dejarnos "atrapados" perpetuando los sentimientos de ansiedad, ira, estrés y depresión.
A continuación se muestran algunas trampas de pensamiento comunes.
Catastrofismo:Si algo sale mal, será un desastre.
Razonamiento emocional: Confundir tus sentimientos con hechos reales.
Leer la mente: Creer que conoces los pensamientos y los motivos de los demás.
Adivinar la suerte: Predecir sucesos futuros como si fueran seguros.
Palabras presuntuosas/extremas: Usar palabras como siempre, nunca, no puedo, debería, etc.
Etiquetar y juzgar: Etiquetarte a ti mismo o a los demás sin información.
Personalización y culpa: Asumir toda la responsabilidad o culpar al 100 % de los acontecimientos que están fuera del control de una persona.
Filtrado negativo: Ver solo lo negativo y descartar lo positivo.
Sobregeneralización: Sucedió una vez, así que siempre sucederá.